VIDEO | Más de la mitad de los mexicanos pagan salud privada: la crisis bajo el gobierno de Sheinbaum

Tras revelarse que el 54 por ciento de los mexicanos acude a servicios de salud privados debido a la saturación del sistema público, el gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta una profunda crisis sanitaria que cuestiona su promesa de universalidad.
Las fallas estructurales del IMSS, ISSSTE e Insabi empujan a pacientes a clínicas privadas, donde los precios por consulta se disparan: una médica general vale entre 300 y 800 pesos, mientras que un especialista puede llegar a cobrar hasta 5.000 pesos. Esta situación genera endeudamiento y vaciamiento del recurso público, además de prácticas abusivas y falta de regulación.
A oscuras y con ayuda de las linternas de los celulares, así trabajan los cirujanos en el Hospital Civil de Oaxaca.
— Arturo Villegas (@ArturoVillegasQ) May 10, 2025
El sistema de salud pública de México está totalmente hecho pedazos.
Hoy estamos más cerca de Venezuela que de Dinamarca.
Dan ganas de llorar… pic.twitter.com/ZS194MRy0C
La saturación del sistema público no solo provoca demoras sino prácticas depredadoras: algunas clínicas prolongan diagnósticos, inflan costos y carecen de transparencia tarifaria, afectando sobre todo a pacientes con enfermedades crónicas o graves. La ausencia de un tabulador oficial permite estas irregularidades, mientras el Estado mantiene una vigilancia laxa.
El caso de Antonio Trejo, con mieloma múltiple, ejemplifica este colapso: optó por atención privada ante las demoras del ISSSTE, gastó cientos de miles de pesos y debió volver al sistema público en condiciones críticas. En su relato resuena la inequidad del sistema: quien puede pagar, accede; quien no, queda al margen.
Lejos de fortalecer lo público, la administración de Sheinbaum insiste en ampliar hospitales y farmacias públicas, pero sin frenar el éxodo hacia el mercado privado. Sin una regulación efectiva ni control de precios, las medidas resultan insuficientes frente al desvío masivo de pacientes.
El sistema de salud mexicano vive una fuga de usuarios hacia lo privado, mientras la gestión actual insiste en su reforma sin atacar la raíz: la falta de capacidad, insumos y regulación que hoy condena a millones a perder ahorros o endeudarse por atender sus enfermedades.