Por su parte, Trump y el empresario Elon Musk criticaron a USAID por su supuesto sesgo político y apoyo a causas de izquierda en todo el mundo. Musk describió a la agencia como una “bola de gusanos” y afirmó que no tiene solución, indicando que Trump está de acuerdo en cerrarla. 

Esta coincidencia entre Sheinbaum y Trump generó controversia, ya que ambos líderes, a pesar de sus diferencias ideológicas, parecen alinearse en la intención de clausurar una agencia que fue fundamental en el financiamiento de proyectos de desarrollo y apoyo a la sociedad civil en diversos países. Críticos señalan que esta medida podría ser un intento de silenciar a organizaciones independientes y limitar la fiscalización de los gobiernos.

La discusión sobre el futuro de USAID continúa, mientras defensores de la agencia destacan su papel en la promoción de la democracia y el desarrollo global, y detractores cuestionan su intervención en asuntos internos de otras naciones.