Las declaraciones de Gallo resuenan con contundencia, especialmente en un contexto donde la discusión sobre la producción de fentanilo en México ha sido evitada por el Gobierno. A pesar de las múltiples evidencias que indican lo contrario, las autoridades han preferido mantenerse en la negación o minimización del problema.

El tráfico de fentanilo ha generado tensiones significativas entre México y Estados Unidos, así como con otros países como Canadá. La expansión de estas drogas sintéticas representa una seria amenaza, ya que ofrecen a los grupos criminales menores costos de producción, menores riesgos de detección y mayores beneficios.

En resumen, el reconocimiento de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre la producción de fentanilo en México es un llamado de atención para el gobierno y la sociedad mexicana.