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Los médicos, guardianes de la salud renal

En el país hay un total de 1300 nefrólogos; es decir, uno por cada 100 mil habitantes, mientras que los países de la OCDE tienen 3,6 por cada 1000, con lo cual nuestro país evidencia esta franca desventaja.

En el marco del “Día Mundial del Riñón”, que se conmemora el próximo 14 de marzo, es importante recordar que la salud renal es fundamental para el bienestar general, sin embargo, en México y en todo el mundo, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) representa un desafío creciente, pues se estima que al menos existen 850 millones de personas afectadas con algún estadio de esta enfermedad. La detección oportuna es crucial para abordar esta enfermedad silenciosa que puede llevar a complicaciones graves.

Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la prevalencia de la ERC en México ha incrementado en los últimos años. Se estima que alrededor del 12 por ciento de la población mexicana padece algún estadio de ERC, lo que equivale a casi 13 millones de personas en el país.

En este contexto, tanto los médicos de primer contacto como los especialistas se convierten así en los guardianes de la salud renal, dado que desempeñan un papel crucial en la detección, seguimiento, atención y tratamiento de los pacientes afectados por estas condiciones.

“La ERC es una enfermedad silenciosa y progresiva que puede pasar inadvertida durante años hasta alcanzar estadios avanzados con resultados graves para la salud renal. Aquí es donde el diagnóstico temprano se vuelve crucial”, resaltó la doctora Nadia Saavedra, especialista en Nefrología.

En el país hay un total de 1300 nefrólogos; es decir, uno por cada 100 mil habitantes, mientras que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE) tienen 3,6 por cada 1000, con lo cual nuestro país evidencia esta franca desventaja.

Seguimiento regular

La detección oportuna a través de pruebas de laboratorio, como la medición de la creatinina en sangre para estimar la tasa de filtración glomerular, o mediante la evaluación de los síntomas y los factores de riesgo de los pacientes, es crucial para preservar la función renal por más tiempo.

Una vez diagnosticada la enfermedad, el seguimiento regular por parte de su médico se convierte en una piedra angular del cuidado del paciente con ERC, ya que supervisa de cerca la progresión, ajustando el tratamiento según sea necesario para ralentizar su evolución y prevenir las complicaciones propias de la enfermedad.

Uno de los pilares fundamentales del tratamiento es nutrición especializada que, en combinación con los alfacetoanálogos sea en tabletas o en polvo dispersable, ayudarán a preservar la función renal, reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes con ERC, destacó Saavedra Fuentes.

Tratamiento individualizado

Cada paciente con ERC presenta una situación única, por lo cual el tratamiento debe adaptarse a sus necesidades específicas. La experiencia y conocimientos especializados de los médicos permiten una intervención personalizada, optimizando los resultados, mejorando la calidad de vida y retrasando el ingreso del paciente a una terapia de sustitución renal.

En suma, “los médicos de primer contacto, junto con los nefrólogos, desempeñan un papel indispensable en la detección, seguimiento, atención y tratamiento de los pacientes con ERC. Su experiencia y dedicación no solo ayudan a identificar la ERC en sus estadios iniciales, sino que también, permite ofrecer un tratamiento adecuado. Por lo tanto, su papel como guardianes de la salud renal es invaluable en la lucha contra la ERC”, finalizó la doctora Nadia Saavedra Fuentes.

Programas PreserveCe de apoyo a pacientes con ERC

El Programa PreserveCe Diagnostica está dirigido a médicos de primer contacto y su objetivo primordial es diagnosticar oportunamente la ERC, sobre todo en pacientes con síndrome metabólico, diabetes e hipertensión arterial, entre otros padecimientos.

El médico envía a los pacientes que identifica en riesgo al laboratorio (sin costo), se toman muestras de sangre y de orina con el fin de determinar la tasa de filtración glomerular (TFG), la urea y la cantidad de proteínas que se están eliminando por orina (Relación albúmina/creatinina en orina).

Posteriormente, el laboratorio envía los resultados al médico, quien los evalúa y confirma o no el diagnóstico de ERC.

El Programa PreserveCe Nutre tiene cobertura a nivel nacional, es exclusivo para la atención nutricional de los pacientes usuarios de Cetolán (consultas sin costo).

El objetivo principal de este programa es mejorar el estado nutricional de los pacientes con ERC y ralentizar la progresión de la enfermedad, además de disminuir el riesgo de complicaciones de la ERC, contribuir a una mejora de la calidad de vida, y una mayor adherencia al tratamiento médico-nutricional.

El servicio de atención nutricional es brindado por un equipo de nutriólogos especializados en el área renal localizados en todo el país, comprometidos con el cuidado integral de los pacientes con ERC usuarios de Cetolán.

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