¿Palabras contra realidades?

En una carta enviada al presidente electo de Estados Unidos, Sheinbaum enumeró las acciones de México en materia migratoria y de combate al narcotráfico, señalando que el país ha reducido el flujo migratorio en un 75 por ciento. Sin embargo, su postura parece ignorar que Trump ha utilizado estos temas como una bandera política, haciendo de las amenazas su herramienta predilecta para presionar a sus socios comerciales.

La presidenta advierte que imponer aranceles podría detonar una guerra comercial que afectaría a ambos países. Sin embargo, lejos de presentar un plan contundente para frenar esta posible crisis, su respuesta parece limitada a un llamado al entendimiento y la cooperación. ¿Es esto suficiente para enfrentar a un líder tan impredecible y hostil como Trump?

Impacto económico en el horizonte

Según la Secretaría de Economía, de concretarse los aranceles, Estados Unidos perdería hasta 400 mil empleos, y México enfrentaría una crisis en sectores clave de exportación. A pesar de estas cifras alarmantes, Sheinbaum confía en que su enfoque de “coordinación sin subordinación” será suficiente para evitar el daño económico.

El mensaje parece claro: mientras Trump juega al ajedrez político con movimientos agresivos, Sheinbaum parece estar apostando a la buena voluntad. ¿Es este optimismo una estrategia viable o solo una muestra de ingenio político frente a un vecino implacable? La incertidumbre crece, y los mexicanos esperan respuestas más concretas de su gobierno ante una amenaza que podría poner en jaque la economía nacional.