La propuesta de destinar parte del gasto en armamentismo para financiar este programa, además de ser una medida vacía y sin sustancia, parece ignorar la raíz de los problemas sociales y económicos del país. Mientras Sheinbaum se pasea por foros internacionales para promocionar su “proyecto”, la pobreza y la inseguridad siguen aumentando a niveles alarmantes dentro de México. La prioridad debería ser una verdadera reforma económica y social, no solo apelar a soluciones superficiales para quedar bien con la comunidad internacional.

Si bien el gobierno de López Obrador intentó poner en marcha este programa con el objetivo de frenar la migración, la realidad es que la crisis migratoria y las condiciones de vida de millones de mexicanos siguen empeorando. “Sembrando Vida” no ha logrado cumplir con su promesa de transformar el campo mexicano, y Sheinbaum, en lugar de dar un paso hacia adelante con nuevas ideas, se queda atada a un modelo fallido del pasado.